LA BOTICA DE DON EMILIANO
- Turismo Ocotlán

- 26 nov 2020
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Pese a ser de Ocotlán, por razones de su auge comercial, poseedor de numerosos servicios, que las poblaciones de una amplia región no tenían. No eran aquí numerosos los profesionales que se dedican al quehacer de curar la enfermedad y las dolencias físicas de las gentes. Porque en esa época en el país no abundaban los egresados de las Escuelas de Medicina, y las enfermedades prácticamente no se conocían. Existía tal déficit y quienes ejercían la profesión lo hacían en forma particular, no existiendo como hoy, centros de salud Gubernamentales que pudieran suministrar sus servicios al pueblo en forma gratuita. En esas épocas de carencias, como ya se ha dicho originadas por la Revolución la atención médica y la farmacopea en Ocotlán estaba en manos de los escasos doctores y Boticarios que afortuna mente comprendían el alto sentido humanitario y social de la medicina cobrando moderadamente quien podía pagar y ayudando casi casi gratuitamente al enfermo indigente quien también recurría a los dispensarios médicos mantenidos por el clero.
El ejercicio de la profesión se complementaba con los servicios de aquellas antañonas boticas de estanterías, colmadas de porronas y frascos de porcelana y de cristal etiquetados en una clave especial, conteniendo todo un mundo de polvos, extractos granulados y líquidos de propiedades curativas que el boticario ( que las más de las veces “ejercía” sin título de farmacia) con mediciones exactas de acuerdo a las recetas y formulas convertía previa molienda en el mortero, o cocimiento de la estufa, en polvos, cucharas, lavados, pomadas, lineamientos y ceratos con aditivos, per fumantes de sabor y color, en las medicinas que tomabas o aplicadas en la forma correcta, en las más de las veces ocasionaban el deseado alivio a los males. La nómina informativa de la década de los años veinte en el tema de: la asistencia médica en la población, nos reportan dos gabinetes o consultorios dentales: el del Dr. Secundino Labra situado en el costado sur de la plaza principal en el local marcado con el No. 60 y por la calle de Zaragoza No. 50 el consultorio del Dr. J. Jesús Aruffe.
Como parteras teóricas y prácticas en la curación de enfermedades de la mujer y en Obstetricia y Ginecología se anunciaba la Srita. Victoria Arévalo y la Sra. Julia Velasco, ambas Vivian por la “calle 8 de julio” en los números 275 y 23, por la calle Juárez 166 atendía Elena Solórzano; en Hidalgo 64 tenía su consultorio el Dr. Francisco R. Betancourt en el No. 36 de la misma calle el Dr. José Ma. Loza consultaba y el Dr. Arturo Chávez H. en la Botica Económica de Madero 22, en donde también ejercía el Dr. Abel Santos Coy G. con sistemas Electro- Medicinales. Eran famosas las del Dr. Loza y la nueva farmacia de José Figueroa, en donde su sucesora que fue su Sra. Esposa. La estimable doña Paulina C. de Figueroa; lleno toda un época atendiendo acertadamente los requerimientos medicinales de la comunidad Ocotlense. En la botica del mercado (propiedad también de la familia Figueroa Castellanos), en la década de los 30`s, fue medico muy buscado por la población rural el Dr. Esteban Martín del Campo, de grata memoria en el sector humilde de la ciudadanía, que entre paréntesis. Hoy se atienden con “Don Emiliano” el Sr. Aguirre, por lo que se palpa, mantiene sin lucrar el último bastión de la medicina popular en el hoy moderno Ocotlán.
Ocotlán aspectos interesantes de la región
José María Angulo Sepúlveda







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