CASA DEL CURA JULIAN MARTÍN DEL CAMPO

Mi venerado Prelado, señor de todo mi respeto, lleno de amargura pongo en el superior conocimiento del V.S. que el sábado dos del presente a las siete y cuarto de la mañana se sintió en este pueblo un temblor que duro más de cinco minutos pero sin causar desgracia alguna.

Entre nueve y diez de la mañana repitió con tanta fuerza que cayó la Iglesia Parroquial, casas culturales, y en general hasta la última casa de esta población no encontrado ni yo ni mis feligreses con que auxiliaremos de la intérprete del tiempo. Hasta ayer iban sepultadas cuarenta y seis personas ambos sexos y edades y todavía no se puede saber el número de lastimados que ha habido a más del número increíble que por milagro salieron sin lesión ninguna de entre las ruinas, como me sucedió a mi pues escribiendo en mi sala se me desplomo encima. Iguales desgracias han sucedido en los demás puntos de mi feligresía pues las demás iglesias como son las de los pueblos de Zula y Cuitzeo también creyeron. Solo la Iglesia del hospital de este pueblo no cayo pero algo se resintió por cuyo motivo consumimos yo y mi compañero y cómo podemos y hasta donde nos alcanzan las fuerzas estamos en cumplimiento de nuestro ministerio auxiliando y administrando los Santos Sacramentos a este infeliz pueblo, los vasos sagrados, ornamentos y demás cosas de la Iglesia que se han sacado de entre las ruinas las tengo asegurados bajo mi custodia.

Hoy señor al ajustarse veinte cuatro horas del acontecimiento desgraciado de que voy dando parte de V.S. se ha visto entre poniente y norte figurado de un pedazo de nube la efigie muy perfecta del Señor crucificado que duró media hora y en cuyo tiempo más de dos mil almas que estaban en la plaza arrodilladas y a gritos pedían al señor de la misericordia.

No tengo palabras con que manifestar la miseria a que quedo reducida esta población y sus contornos pues por lo expuesto la alta penetración de V.S. vera los males a que quedo esto reducido. Dios nuestro señor guarde la importante vida de V.S. muchos años. Ruinas de Ocotlán octubre 3 de 1847.